Para la investigación de un tema que para no pocos es ciencia ficción.
Es muy importante tener presente que no es recomendable establecer vínculos afectivos y familiares entre donante-receptor. Si se ha de abocar una investigación tendiente a establecer el vínculo etiológico en el traspaso de memoria cognitiva donante-receptor, debe implementarse una metodología que respete estos límites.
Por tanto, las unidades hospitalarias de trasplante deben desarrollar una estrategia que permita ahondar los conocimientos sobre este tema, a la vez que proteja al paciente.
Los psicólogos y trabajadores sociales de estos grupos especializados, deberán “aprender” este peculiar manejo, puesto que hasta el presente no van más allá de las necesidades psicológicas “propias” del paciente y nunca han tratado sobre los elementos cognitivos “nuevos” trasplantados.
El equipo médico de los trasplantes no es mucho lo que puede hacer al respecto, puesto que su misión (que absorbe buena parte del esfuerzo) es el trasplante en sí (en particular evitar el rechazo), por tanto la carga principal que genera esta temática lo estará en el equipo interdisciplinario, en cabeza del psicólogo, quien, incluso, no es de extrañar, bien podría contraindicar el procedimiento, o implementar una estrecha vigilancia sobre el paciente y su familia, en caso de un riesgo grave (ya se ha reportado un caso de suicidio).
Es pues, una nueva tarea de la psicología del trasplante. ¿Cuándo va a empezar?
PSICOTRASPLANTE
ResponderEliminarPara la investigación de un tema que para no pocos es ciencia ficción.
Es muy importante tener presente que no es recomendable establecer vínculos afectivos y familiares entre donante-receptor. Si se ha de abocar una investigación tendiente a establecer el vínculo etiológico en el traspaso de memoria cognitiva donante-receptor, debe implementarse una metodología que respete estos límites.
Por tanto, las unidades hospitalarias de trasplante deben desarrollar una estrategia que permita ahondar los conocimientos sobre este tema, a la vez que proteja al paciente.
Los psicólogos y trabajadores sociales de estos grupos especializados, deberán “aprender” este peculiar manejo, puesto que hasta el presente no van más allá de las necesidades psicológicas “propias” del paciente y nunca han tratado sobre los elementos cognitivos “nuevos” trasplantados.
El equipo médico de los trasplantes no es mucho lo que puede hacer al respecto, puesto que su misión (que absorbe buena parte del esfuerzo) es el trasplante en sí (en particular evitar el rechazo), por tanto la carga principal que genera esta temática lo estará en el equipo interdisciplinario, en cabeza del psicólogo, quien, incluso, no es de extrañar, bien podría contraindicar el procedimiento, o implementar una estrecha vigilancia sobre el paciente y su familia, en caso de un riesgo grave (ya se ha reportado un caso de suicidio).
Es pues, una nueva tarea de la psicología del trasplante. ¿Cuándo va a empezar?